Con motivo del inicio del tiempo de Adviento, hemos realizado, con los cursos de secundaria, una celebración en la Capilla del colegio, que nos ha ayudado a reflexionar sobre este tiempo de preparación a la llegada de la Navidad. El adviento nos prepara para recibir a Jesús y nos invita a comunicar esta Buena Noticia.
El alumnado ha tenido un espacio de silencio y oración, tan necesaria en nuestros tiempos y también en su crecimiento personal. Nuestro recuerdo de este tiempo de adviento, de preparación, lo seguiremos teniendo en las aulas, encendiendo cada semana y de forma simbólica, una de las velas de la corona de adviento.
- Felices quienes siguen confiando, a pesar de las muchas circunstancias adversas de la vida.
- Felices quienes tratan de allanar todos los senderos: odios, marginaciones, discordias, enfrentamientos, injusticias.
- Felices quienes bajan de sus cielos particulares para ofrecer esperanza y anticipar el futuro, con una sonrisa en los labios y con mucha ternura en el corazón.
- Felices quienes aguardan, contemplan, escuchan, están pendientes de recibir una señal, y cuando llega el momento decisivo, dicen: sí, quiero, adelante, sea, en marcha…
- Felices quienes denuncian y anuncian con su propia vida y no sólo con meras palabras.
- Felices quienes rellenan los baches, abren caminos, abajan las cimas, para que la existencia sea para todos más humana.
- Felices quienes regalan su amistad y reparten ilusión a manos llenas con su ejemplo y sus obras.
- Felices quienes cantan al levantarse, quienes proclaman que siempre hay un camino abierto a la esperanza, diciendo: «No tengáis miedo, estad alegres. Dios es como una madre, como un padre bueno que no castiga nunca, sino que nos acompaña y nos alienta, pues únicamente desea nuestra alegría y nuestra felicidad».