En 1º de primaria nos gusta experimentar, y lo hemos hecho con huevos. En primer lugar, comprobamos que un huevo fresco se hunde en un recipiente con agua, sin embargo, si está caducado no se hunde. Después metimos ambos huevos en un recipiente con vinagre. Al cabo de una semana el huevo fresco se convirtió en un huevo saltarín. Así es, si lo dejabas caer no se rompía, si no que botaba. ¡Fue muy divertido!