El miércoles 22 de febrero, iniciamos la Cuaresma, y lo hicimos con una Eucaristía de Miércoles de Ceniza en la parroquia de San Antonio. Estuvimos toda Primaria y Secundaria.
La Cuaresma es un tiempo de reflexión, de cambio, de interioridad. Tiempo de acercarnos más a los demás para que así la Pascua tenga pleno sentido de resurrección primaveral. En un momento crucial, donde las relaciones humanas son cada vez más tirantes y frías, los cristianos y cristianas debemos ser referentes de cercanía, de ayuda solidaria, de reconocimiento mutuo, de perdón.
Por tal motivo, el viernes, en todos los cursos de secundaria hicimos un pequeño gesto, para recordar la importancia de vivir el perdón: capacidad para perdonar y acoger y también la necesidad de pedir perdón y querer cambiar. El alumnado participó activamente.