En 1º de ESO hemos viajado al Paleolítico, entrando virtualmente en la profundidad de las cuevas. Allí hemos recibido la inspiración que nos ha llevado a pintar ciervos, caballos, bisontes y escenas de caza, rodeadas de nuestras manos propiciatorias.
Es interesante experimentar con los pigmentos naturales y con un aglutinante natural, tal como hacían en la prehistoria.