Las prácticas de laboratorio son imprescindibles para el desarrollo de una asignatura de ciencias experimentales. Practicando los conceptos se aprenden de manera más significativa y a largo plazo pues la memoria experiencial sirve para reforzar los conceptos aprendidos en el aula. En química las prácticas de neutralización y cristalización nos ayudan a ver in situ la realidad de los cálculos que hemos hecho en papel.